Es llamativo, pero la responsable de picarnos y obtener sangre a través de dicha picadura es en realidad el mosquito hembra. Esto es así ya que el mosquito hembra necesita alimentarse de la sangre humana para poder reproducirse.
Para dicho fin, el mosquito hembra posee una boca que es capaz de extender y así realizar la perforación en la piel y extraer la sangre del ser humano. Además su saliva produce un efecto anticoagulante que le permite realizar la tarea con mayor eficacia, prolongando el período de extracción. El mosquito hembra despide dicha saliva a medida que extrae la sangre.
Por dicho motivo es que la plaga del mosquito es tan propensa a trasmitir enfermedades, ya que se realiza un intercambio de fluidos. Un ejemplo de la trasmisión de enfermedades es el Dengue.
Pero la hembra del mosquito necesita obtener la sangre humana ya que la misma contiene una proteína que es imprescindible para la formación, desarrollo y colocación de huevos que permiten la reproducción de la especie.
Por su parte el mosquito macho no puede realizar picaduras en seres humanos ya que no está preparado fisiológicamente para dicha tarea. Se alimentan únicamente de néctar en su estado adulto, siendo que en su estado larval se alimentan de microorganismos presentes en el agua.